sábado, 15 de julio de 2017

La pedagogia Empirica



En el ámbito de las disciplinas humanas y sociales identificar el concepto de
“conocimiento científico” nunca ha sido un asunto sencillo ya que previamente el
sujeto se debería decantar por un modelo de ciencia basado en la “explicación causal”
siguiendo la tradición galileana frente a otro de inspiración aristotélica que se orienta
a “dar razón a los hechos” (explicación teleológica). Lógicamente los enfoques y
planteamientos que conllevan ambas tradiciones científicas son muy distintos y han
generado constantes polémicas –la mayoría aún no resueltas– que han determinado
que la epistemología de las ciencias humanas y sociales haya constituido una de
las cuestiones filosóficas más controvertidas durante las últimas décadas.

No obstante, aportaciones relativamente recientes –especialmente la de Hesse
(1980)– plantean que los problemas epistemológicos de las ciencias de la naturaleza
como de las llamadas ciencias humanas y sociales son muy semejantes ya que ni los
datos pueden ser separados de la teoría ni los hechos pueden ser reconstruidos al margen de
su interpretación.
De ahí que, aunque la explicación galileana de la ciencia haya sido
considerada habitualmente como mas solvente que la aristotélica, durante los últimos
años la prevalencia epistemológica de las llamadas ciencias de la naturaleza no se
sostiene ni desde el punto de vista teórico ni metodológico ya que también este tipo
de epistemología tiene sus propios problemas y limitaciones (Mardones, 1991).



Por ello, cuando hablamos de pedagogía empírica, debemos asumir que “no todo
vale” y que lo verdaderamente importante y necesario son los criterios de racionalidad
científica que utilizamos en cada caso concreto para conocer y analizar los fenómenos
y hechos educativos que nos permiten “pasar de las opiniones a las certezas”. Tenemos la obligación de especificar las bases conceptuales teóricas y metodológicas que
justifican el tipo de investigación por la que optamos en cada momento para “conocer” los fenómenos educativos ya que, de lo contrario, no se podría evitar la crítica ya
formulada por Binet a comienzos del siglo pasado –“en pedagogía se ha dicho todo,
pero nada se ha probado– y estaríamos negando el papel que ejerce la “ideología del
investigador” a la hora de elegir una opción epistemológica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

MIS ENTRADAS FAVORITAS

Mapa Mental, las nueve reglas que establece comenio para la enseñanza de las ciencias.

La Pedagogía de Juan Amós Comenio